¿Cómo es
la progresión
de la miopía?

por | 11 Ago 2024 | Miopía, Salud Visual

La miopía, también conocida como “vista corta”, es una condición ocular que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la dificultad para ver claramente los objetos distantes, mientras que los objetos cercanos se ven con nitidez. La progresión de la miopía es una preocupación importante, especialmente en niños y adolescentes, ya que esta condición tiende a empeorar con el tiempo si no se maneja adecuadamente. En este artículo, exploraremos cómo progresa la miopía, los factores que influyen en su avance y qué medidas se pueden tomar para ralentizar su progresión.

¿Qué es la miopía y cómo se desarrolla?

La miopía ocurre cuando el ojo es más largo de lo normal o la córnea es demasiado curva, lo que provoca que la luz que entra en el ojo se enfoque delante de la retina en lugar de directamente sobre ella. Esto resulta en una visión borrosa de los objetos lejanos.

La miopía generalmente comienza en la infancia y puede progresar durante los años de crecimiento, estabilizándose normalmente en la edad adulta. Sin embargo, la miopía de inicio tardío puede desarrollarse en adultos debido a factores como el uso intensivo de dispositivos electrónicos o la falta de exposición a la luz natural.

Etapas de la progresión de la miopía

  1. Inicio de la miopía: La miopía suele aparecer entre los 6 y 14 años de edad. En esta etapa, los niños pueden empezar a tener dificultades para ver la pizarra en la escuela o para reconocer objetos a distancia. Los padres y profesores a menudo notan que el niño entrecierra los ojos para ver mejor o se acerca demasiado a los objetos para enfocarlos.
  2. Progresión rápida: Durante la adolescencia, la miopía puede progresar rápidamente. Este es el periodo de mayor crecimiento ocular, y es común que los adolescentes experimenten un aumento significativo en la prescripción de sus lentes. El ojo continúa alargándose, lo que agrava la miopía. Los cambios en la visión pueden ocurrir de manera rápida y notable, requiriendo revisiones visuales frecuentes para ajustar las gafas o lentes de contacto.
  3. Estabilización: A medida que el crecimiento ocular se ralentiza en la adultez temprana, la progresión de la miopía también tiende a estabilizarse. En la mayoría de los casos, la miopía se estabiliza en la segunda o tercera década de vida. Sin embargo, en algunos adultos, especialmente aquellos que realizan un trabajo intensivo de cerca (como leer o usar la computadora), la miopía puede continuar progresando a un ritmo más lento.

Factores que influyen en la progresión de la miopía

Varios factores pueden influir en la rapidez con la que progresa la miopía:

  • Genética: La miopía tiene un fuerte componente hereditario. Si uno o ambos padres son miopes, es más probable que sus hijos desarrollen miopía y que esta progrese más rápidamente.
  • Estilo de vida: La falta de actividad al aire libre y la exposición limitada a la luz natural pueden contribuir al desarrollo y progresión de la miopía. Los estudios han demostrado que pasar tiempo al aire libre puede reducir el riesgo de progresión de la miopía en los niños.
  • Uso excesivo de la visión de cerca: Actividades que requieren un enfoque cercano prolongado, como leer, estudiar o el uso de dispositivos electrónicos, están asociadas con un mayor riesgo de progresión de la miopía. Este tipo de actividades pueden provocar fatiga ocular y favorecer el alargamiento del ojo.
  • Salud ocular general: Condiciones oculares como el astigmatismo no corregido o la falta de revisiones oculares regulares pueden influir en la progresión de la miopía.

Cómo ralentizar la progresión de la miopía

Afortunadamente, existen varias estrategias para ralentizar la progresión de la miopía:

  • Lentes de contacto especiales y gafas: Lentes de contacto ortoqueratológicas (Orto-K) y lentes de contacto de desenfoque periférico están diseñadas para controlar la progresión de la miopía.
  • Medicamentos: Algunas gotas oculares, como la atropina en bajas concentraciones, han demostrado ser efectivas para frenar la progresión de la miopía en niños.
  • Mayor exposición al aire libre: Fomentar actividades al aire libre puede ayudar a reducir el riesgo de progresión de la miopía en los niños.
  • Hábitos visuales saludables: Enseñar a los niños a tomar descansos regulares durante las tareas de cerca, como la regla 20-20-20 mencionada anteriormente, puede reducir la fatiga ocular y ayudar a controlar la miopía.

Conclusión

La progresión de la miopía es un proceso que puede acelerarse durante la niñez y adolescencia, pero con el manejo adecuado, es posible ralentizar su avance. La intervención temprana y los hábitos visuales saludables son clave para proteger la visión a largo plazo. Si notas cambios en la visión de tus hijos o en la tuya propia, consúltanos para recibir orientación y tratamiento adecuados.